jueves, 26 de febrero de 2009

La película de la semana: Hello Dolly!


¡Qué belleza de cine! Las grandiosas y elaboradas coreografías y las melodiosas canciones que se quedan pegadas en la cabeza; los vestuarios espectaculares y detallados hasta el último hilo; los sets recreados a la perfección de la época... ahhhh!!!! El cine hollywoodense clásico en una época de esplendor, un "golden age" y los musicales eran justamente las películas que lo ejemplificaban todo. Hello Dolly! es, en definitiva, una de mis películas favoritas, desde niña. Nuevamente tengo que agradecer a mi madre por haberme mostrado tal belleza de películas cuando era una simple infante; en vez de jugar a las muñequitas, yo veía musicales, una y otra y otra vez, hasta que todas las canciones quedaron bien grabadas en mi memoria. Una de las cuales es esta película.

Estelarizada por Barbara Streisand y Walter Matthau, y basada en la obra de Broadway bajo el mismo nombre, Hello Dolly! trata la historia de Dolly Levi, una mujer al estilo de la trotaconventos medieval: una mujer misteriosa y espontánea con alto conocimiento de la cultura social, cuyo oficio es aquel de emparejar a las personas. Mientras ella le hace de cupido se topa con la ironía de la vida, ella necesita a alguien también, así que su camino será ahora el de atrapar al único hombre perfecto para ella. Sí, es una historia que ya hemos escuchado antes y la conocemos muy bien, pero nunca bajo la mágica luz de los magnanimos musicales del Hollywood de los 60s.

Se podría decir que es una película de época, ubicada en el Nueva York de 1890, en donde los hombres son los fuertes y poderosos y las mujeres son las débiles que comienzan a pelear por su igualdad ante los hombres; el ejemplo se da entre los dos personajes principales de Dolly Levi y Horace Vandergelder -la liberal y el tradicionalista-. Visto desde otro punto de vista: el principio del movimiento feminista.

Streisand no es un artista que pueda llamar de mi época, pues para mi generación ella ya pasó a ser parte de aquel universo de leyendas de la edad de oro decadente de la industria cinematográfica, no obstante, su voz no deja de impresionar. ¡Que vozarrón la de esa mujer! En verdad que escucharla le pone la piel chinita a uno y escucharla cantar y verla interactuar con los bailarines en aquellas escenas tan bellas e inmortales se quedan grabados en la memoria y serán los recuerdos que eventualmente quedarán en nosotros y que con nostalgia volveremos a ellos para recordar momentos de nuestras vidas, así como yo que ahora la veo y recuerdo con felicidad mi infancia viendo este tipo de películas con mi mamá.


Hello Dolly! fue recientemente referenciada por los estudios Disney-Pixar en Wall-e, en donde el bellísimo robot ve y reproduce casi obsesivamente escenas y canciones de este musical: "Put On Your Sunday Clothes" y "It Only Takes a Moment". Y así como el pequeño Wall-e, terminarán silbando obsesivamente y con una tonta sonrisa en la boca, las canciones.



Entre tantas cosas que suceden hoy en el mundo y en nuestra propia ciudad; entre un mar de pesimismo e ideas sombrías y momentos terribles, historias en las que se nos dice que hay que vestirnos en nuestros mejores trapos, poner nuestra mejor cara y salir y vagar y aventurarnos por ahí; aligerar el espíritu y olvidar los problemas, que los problemas no nos siguen cuando pisamos terrenos que nos llenan de alegría y paz... o tal vez exagero, pero eso es lo que me hace sentir. Ya me dirán ustedes.








jueves, 19 de febrero de 2009

El artista, según Herman Hesse

"Estos individuos llevan en su interior dos almas, dos naturalezas; en ello coexiste lo divino y lo demoniaco, la sangre materna y la paterna, la capacidad de felicidad y la de sufrimiento, tan hostiles y confusos lo uno junto y dentro de lo otro (…) Y estas personas cuya existencia es muy turbada, viven a veces en sus raros momentos de felicidad algo tan fuerte y tan indescriptiblemente maravilloso, la espuma de la felicidad efímera salta constantemente tan alta y brillante por encima del mar del sufrimiento, que este breve relámpago de dicha alcanza y encanta radiante también a otras personas. De esta manera se producen, como divina y fugitiva espuma de felicidad sobre el mar del sufrimiento, todas aquellas obras de arte, en las cuales un solo individuo torturado se eleva por un instante tan alto sobre su propio destino, que su felicidad resplandece como la luz de una estrella, y a todos aquellos que la ven, les parece algo perpetuo y como su propio sueño de felicidad. Todos estos seres, llámense como se quieran sus hechos y obras, no tienen en realidad, por lo común, una vida auténtica; es decir, su vida no es ninguna esencia, no tiene forma, no son héroes o artistas o pensadores a la manera como otros son jueces, médicos, zapateros o maestros, sino que su existencia es un movimiento y un flujo y reflujo perpetuos y dolorosos; está desdichada y lastimosamente desgarrada. Es pavoroso y no tiene sentido justamente en aquellos escasos sucesos, hechos, ideas y obras que radian por encima del caos de una vida así."
-en Lobo estepario.

domingo, 15 de febrero de 2009

M. Ward



M. Ward o Matt Ward, lleva ya un buen tiempo en la escena musical; 10 años para ser exactos. Su primer disco Duets For Guitars #2 debutó en 1999 con una audencia comercial nada fuerte, sin embargo, conocedores de la buena música y críticos por igual, alabaron las creaciones folk/rock-bobdylanescas de este músico.

Su última entrega discográfica Hold Time es ya uno de mis discos favoritos y, definitivamente, el mejor en lo que va del año. Su raíz sigue bien arraigada en el folk tradicional americano, evocando sombras de Dylan, tirando brochazos de melancolía y esperanza. En resumen, lo tiene todo. No es solamente una voz talentosa, sino un guitarrista prodigioso. Desde que abre el disco con la canción "For Beginners (aka Mount Zion)", hasta que cierra con una soberbia canción totalmente instrumental, "Outro (aka I'm a Fool To Want You)". Será imposible adelantarse, detener el disco y seguir en otro momento, entrarán en trance y se perderán en un mundo ajeno al suyo. M. Ward se convertirá en alguien a quien le querrán seguir la pista de ahora en adelante, se los aseguro.

Y bueno, sumándole lo excelente que es el disco ya por sí, las colaboraciones que tiene son igualmente increíbles. En "Oh, Lonesome Me", Lucinda Williams le hace segunda. Zooey Deschanel tiene dos participaciones dentro del disco:"Never Had Nobody Like You" y "Rave On". Ambos forman el dueto She & Him, otro proyecto de M. Ward y uno muy bueno, creado en el 2006 con la presentación de su primer disco Volume 1 -pero de esto hablaremos otro día-. Y la última colaboración es de Jason Lytle a quien jamás había escuchado antes- y el resultado de esto es la canción titulada "To Save Me".

Me encantaría decir que lo he seguido desde sus inicios y a través de los años, pero sería mentira. La verdad que no llevo ni un año con noción de su existencia, pero ya ven que dicen "más vale tarde que nunca" y he aquí el maravilloso significado de este proverbio. Sus melancólicas [dulces] melodías me encontraron; yo no lo descubrí, su música fue la que de una manera u otra llegó a mis oídos y de mí ya no lo dejo ir.




viernes, 13 de febrero de 2009

Joni Mitchell


Mi gusto por Joni Mitchell nace de mi madre; fue gracias a ella que la descubrí y desde aquel entonces, hasta esta noche me sigue gustando enormemente. Es una mujer que al cantar me pone la piel chinita: su voz, su guitarra, sus melodías, sus letras, lo que quieran.

Ladies Of The Canyon es el disco que en estos momentos escucho y creo que es ya la tercera vez que le da la vuelta. Me encuentro totalmente inmersa en un una oscuridad teñida de azul, es inevitable sentir melancolía, pues su voz la evoca tan magistralmente. No es una melancolía cansada y frustrante, es un sentimiento provocado y disfrutado. No es masoquismo, no es saborear el sufrimiento, es una provocación a sentir tristeza y alegría al mismo tiempo; un coqueteo con esa delgada línea entre la depresión y la felicidad compulsiva -si es que exista tal cosa-. Sea lo que sea, funciona. Y los sentimientos no son lo que definan sus melodías, la musicalización es excelente pues no le teme a la experimentación. Lo relevante de esto es que la experimentación entre géneros no era algo tan común en aquellos días del ayer. Pero si requieren de una clasificación 'tangible', se puede catalogar en una combinación tan sutil de folk-R&B-pop-jazz. Es bellísimo, simplemente bellísimo.

Así como sus canciones están cargadas de emociones, recuerdos y dulces y delicados ritmos, así también están cargadas de protesta y de una manera tan excelsa e intencionalmente ingenua. Solamente escuchen "Big Yellow Taxi" y entenderán por qué.

"They took all the trees, put 'em in a tree museum and they charged the people a dollar and a half just to see 'em. Don't it always seem to go, that you don't know what you've got 'till it's gone. They paved paradise and put up a parking lot".

Confieso que, siempre que escucho a la diosa Mitchell, yo fantaseo con ser como ella: música, pintora, poeta, creadora y con un pinche vozarrón tan hermoso y matizado de emociones que ¡qué bruto! Artistas creadoras como ella, ya no hay. Es verdaderamente realeza en el mundo de la música. Yo se que muy pocos sabrán de quien estoy hablando, lamentablemente, pero qué tiene. Al menos les crearé un poco de curiosidad y ya cuando la hayan escuchado y su mundo se haya pintado de colores azulados, espero que me lo digan.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Película de la semana: La ciencia del sueño

Escrita y dirigida magistralmente por Michel Gondry y estelarizada por Gael García Bernal y Charlotte Gainsbourg, La ciencia del sueño es una de mis películas favoritas. No solo por la belleza de la narrativa, que siempre serán tan sencillas y humanas dentro de las historias de Gondry, sino también por la manera de jugar con una película; eso es lo que verdaderamente transmite el director en sus películas, que él no está "trabajando", lo que uno ve en la pantalla es simplemente un extensión de su mente y lo que estamos viendo es un recuerdo, un sueño, una fantasía.


Stéphane, tras la muerte de su padre, regresa a Francia a vivir con su madre. Durante su estancia, él consigue un trabajo haciendo calendarios y en donde es terriblemente miserable, pues aquel tedioso trabajo lo impide crecer como artista y creador. A la par, en la narrativa, Stéphane conoce a Stéphanie, su vecina, de quien se enamora perdidamente. Creo que todos esperamos esa relación, pues desde el principio uno ve que están hechos el uno para el otro, pero aceptémoslo, un cuento de hadas de principio a fin no funciona en estos días, así que ya se imaginarán que sucede después. Y básicamente esta es la trama principal.


La ciencia del sueño, a parte de contar una linda historia entre dos personajes que fueron creados el uno para el otro, cuenta como sub-trama o narrativa secundaria el pequeño problema de Stéphane: no sabe distinguir la mayoría de la veces la realidad de la fantasía. Esa delgada línea entre el estar despierto y el estar soñando es practicamente inexistente en el personaje principal y será la causa y solución de muchos de sus problemas.


El estar en la mente de Stéphane es estar dentro de la mente de Gondry. Es una persona que le da mucha importancia a todo aquello que pensamos y soñamos. Nuestra mente es algo tan sumamente complicado que nos podríamos perder años y años tratando de explicar el por qué de las cosas. Pero se ve tan sencillo. Uno cierra los ojos y está en otro mundo, literalmente. Al soñar no existen los imposibles: tanto podemos volar y viajar de un lugar a otro con tan sólo pegar un brinco, como podemos platicar con la gente que se nos plazca. Valiéndose de efectos tan arcaicos e impresionantemente sencillos, Gondry seguramente logrará robarles ese aliento de admiración y adentrarlos en un mundo hecho para los soñadores, por un soñador. Los colores, las imágenes, el diseño de sets y la música, especialmente la música, todo esto los perderá en un mundo que jamás encontrarán mientras tengan los ojos abiertos.

Este director sigue los pasos de aquellos que marcaron una época en Francia con la Nouvelle Vague o New Wave, se vale de las enseñanzas que dejaron los maestros de aquellos tiempos e incorpora un aspecto aún más fresco, humano e incluso inocente, hasta ingenuo. Si aún no conocen el trabajo de este director, les recomiendo mucho que comiencen a seguir su trabajo, no se arrepentirán.

sábado, 7 de febrero de 2009

Sábado por la noche.

He tenido una epifanía, una revelación. ¡Oh grandiosa luz divina que has mostrado tu esplendoroso haz en mi mente creativa! Me he dado de topes contra la pared y ahora, con una cabeza sangrante y un chichón escarlata caigo en cuenta del gran hoyo al que he llegado a caer y tan sólo espero no escarbar hasta el fondo, si es que fondo hay. Primero que me ahogue en arena que encontrar aquel fin.
Ahora me pregunto yo, ¿cuál es el verdadero fin de la existencia de los blogs? Existen para tristes personas como uno que no encuentra mejor cosa que hacer mas que escribir palabras sin sentido. Largas y largas oraciones y enunciados, frases y sandeces y, aceptémoslo, una gran infinidad de cosas que nadie entenderá (o muy pocos). En un mundo que cada vez decrece y contiene menos sentido en él; en donde las fronteras físicas desaparecieron con la invención del internet y ahora podemos ir y venir a nuestro antojo. Tal vez conocer la historia de una mítica ciudad perdida en el mediterráneo; tal vez aprender un idioma nuevo; tal vez conocer a esa persona en el polo opuesto del globo terráqueo; tal vez hackear alguna base de datos de gran importancia; tal vez sólo conformarse con ver pornografía, total. Pero qué pasa cuando uno abre los ojos y entiende la grandeza de algo tan común, esto es que nos hemos topado con una magnífica manera de obtener una voz en un mundo globalizado. ¿Cómo es que desperdiciamos la oportunidad de decir lo que pensamos? ¿Cómo es que hacemos a un lado nuestro sentido común? ¿Cómo es que no podemos obtener más cultura y compartirla? ¿Cómo es que no aprendemos?
Vaya, me he perdido entre tanta palabrería y aún más en todo lo que pienso. Si pudiese transmitir mis ideas a la velocidad que las pienso, pero entre mi cerebro y mis dedos se crea un corto; simplemente no escribo tan rápido. Así que pido disculpas si tal vez esto no salió como debería. Quizás deba de permanecer un par de horas escribiendo, leyendo y reescribiendo. Pero a veces siento que no tengo el tiempo necesario para decir las cosas que quiero. Creo que nunca nadie tendremos el tiempo que necesitamos para hacer las cosas que queremos.
Y así como llegan las ideas de entre un tempestuoso mar, son las mismas olas que las vuelven a jalar y desaparecen ya. Por ahora diré buenas noches y me dedicaré a conversar conmigo misma, así que...
... ¡buenas noches!

El silencio (un estudio)

Es una presencia que va tomando posesión de la mente, del espíritu y eventualmente del cuerpo, sin embargo no sabemos qué es. Jamás lo habíamos experimentado; lo conocemos por reputación, historias contadas a través de generaciones, por sueños. Un mito lejano a nuestros tiempos. Nos provoca escalofríos, le tememos, lo evitamos.Cuentan que en él escuchamos nuestra verdadera voz y nos vemos tal como somos. Nos volvemos vulnerables y desnudos ante los ojos del mundo: las máscaras que usamos ante ojos ajenos caen desechas al suelo. Terminan las apariencias, los falsos modales, las sonrisas obligadas, los llantos reprimidos. Existe la paradoja en la presencia de la nada y la falta del todo. Sucede un momento eterno en lo que dura un segundo; ahí nos conectamos con Dios, con la vida, con lo que sea que nos mueva. Nos embarga el miedo y nos alivia la esperanza. Respiramos por primera vez, nos volvemos invisibles y, por ese segundo, perfectos. Y la vida es perfecta. Solo un segundo que, al siguiente desaparece.......pero eso es lo que dicen, el lejano mito del silencio. Aquel al que le tememos y le evitamos. La fuerza oscura que nos oblliga a ver quién es quien realmente habita en nuestros cuerpos.

viernes, 6 de febrero de 2009

Morrissey


Nunca fui seguidora de los Smiths, tampoco lo fui de Morrissey, pero ahí tendrán que en dos meses, el mismísimo señor e ilustre caballero dará un concierto en la ciudad vecina por la reciente salida de su última obra discográfica, de la cual no me sé el nombre. A lo que voy, mi esposo es un enorme y gigantesco fan de el venerado cantante inglés con sangre irlandesa -enorme fan-, así que no es de esperarse que al enterarse de la noticia de su arrivo a tierras desérticas pegó el brinco de emoción y dijo "vamos". Y vamos será.


Me he dado a la tarea de escuchar el único disco que poseo de él y sólo porque en El Péndulo lo encontré a la ridícula cantidad de 45 pesos -tan devaluada está la buena música, mientras que ineptos y descerebrados pubertos gastan fortunas en estupideces como RBD, Miley Cirus/Hanna Montana o los Jonas Brothers, permítanme mientras vomito.


Sí, perdón... 45 pesos. Debo admitir que esta fue mi sola y única razón por la cual adquirí Ringleader of the Tormentors. En fin, su pérdida, mi ganancia, en definitiva. Este album se ha convertido rápidamente en uno de mis favoritos. La voz de Morrissey algo tiene, será su tono, su timbre, su emoción, lo que sea que tenga, pero ese algo atrae de una manera tan misteriosa e intrigante. Yo se que muchos ya lo han escuchado y han de pensar "¿de qué rayos se emociona?" Pero vaya, no lo puedo evitar. Llegue el mes de abril, estando parada entre una multitud de apasionados y entregados fans, seguramente yo también estaré gritando y coreando sus canciones, aunque sean solamente las pertenecientes a su octava entrega discográfica [Ringleader...].


Lo escucho en este momento y peleo contra las ganas de darle a todo el volumen. Mi querido Morrissey, una fan más se ha unido a tus filas. Si no lo han escuchado, se pierden de música de calidad. Armoniosas melodías y una hipnotizante voz envidiada por las sirenas a quienes dejó fuera de trabajo.


Sudoku

Sudoku es vicio.
Sudoku es distracción.
Sudoku es pérdida de tiempo.
Sudoku es maravilloso.
Sudoku es una maldita adicción.
Sudoku es lo que se come mi tiempo entero, lo devora sin dejar rastro de segundo alguno y después de haberlo consumido por completo, vomita las sobras y sonríe satisfecho.
He aquí que prendí mi querida Hermione (mi laptop) con todas las bellas intenciones de adelantar bastante tarea, unos cuantos cuestionarios, unas investigaciones, un ensayo, ustedes dirán. Pero no puedo trabajar sin música y una vez puesta la música digo, ahora sí... pero cuernos qué... no necesito yo deslizar mi dedo sobre el mousepad, el explorer solito se abre y la página del sudoku aparece como si se tratase de magia. Y he ahí que frente a mi se presenta ese diagrama de 9x9 en un nivel intermedio/alto. Comienzo a ver las secuencias de números desorganizadas y las aleatorias casillas en blanco, todo es tan tentador. Esas casillas parecen pedirme ser resueltas... y pienso "sólo una, una y ya está". Comienzo, repaso las hileras, las verticales y las horizontales, los conjuntos de 3x3. En voz baja voy contando: "aquí un tres, aquí no va ese nueve, pero acá sí", una tras otra, secuencias numerales. En cuanto menos me lo espero, he ya resuelto cinco diagramas; observo el tiempo de respuesta del último. "Rayos, un minuto más tardado que el anterior; bueno, un último diagrama y ya.."
PERO NO!!!! Esas casillas en blanco son tan persuasivas y tentadoras a la vista... no me dejan. Incluso ahorita mientras escribo este blog, en la pestaña aledaña un juego de sudoku permanece pausado mientras intercambio mi atención hacia otro vicio de equitativa equivalencia. En resumen... sudoku is sad.

martes, 3 de febrero de 2009

Película de la semana: Secretos de un matrimonio



Película de la semana:

Secretos de un matrimonio del excelso genio cinematográfico Ingmar Bergman.

Una complicada película para ver, la verdad, pues el tiempo transcurre sin ver jamás a otros personajes mas que Johann y Marianne, un matrimonio que de primeras a primeras se ve de lo más normal. Una sana relación en donde él y ella se muestran echos a la medida, el uno para el otro. Lo tienen todo en común, sin embargo, según se va desenvolviendo la película se muestra que no es así o no del todo.

Después de un viaje de trabajo, Johann regresa a casa tan sólo para comunicarle a su mujer que la va a dejar, se ha enamorado y quiere intentar esa nueva vida con una nueva mujer y nuevo hogar, muy lejos de ella. Tras esta noticia Marianne queda completamente desolada y deprimida, mientras que Johann lo único que quiere y desea es estar lo más lejos de ella posible. Pero a través de los años, ambos se reencontrarán una y otra vez, logrando transmitir más allá de la historia que tanto uno como el otro, a pesar de su fantasmagórica aversión que se tienen entre sí, se aman en lo más profundo de su ser, provando nuevamente aquella idea que entre el amor y el odio existe una MUY delgada línea separándolos.

A Liv Ullman le valió un reconocimiento entre aquellas feministas de la época; fue un verdadero llamado para que la mujer dejase de vivir bajo esa sombra con apariencia de débil y sumisa y convertirse en aquella que es capaz de tomar riendas de su propia vida y evolucionar. No soy pro-feminismo, pero debo admitir que ver aquella evolución a la cual se ve forzada Marianne es verdaderamente emocionante.

El toque de Bergman es aquel que deja pensando y frunciendo el entrecejo con sus historias. Sus narrativas son totalmente intimistas, aunque juegue con lo macabro y fascinante como lo hace en El séptimo sello, su base narrativa siempre es la mentalidad del ser humano, sus miedos, sus debilidades, sus fortalezas, sus motivaciones y es esto lo que separó a Bergman del resto de los directores de la época y que aún ahora lo sigue separando como un verdadero artista que no creaba para satisfacer taquillas hambrientas de huecos blockbusters, él creaba para satisfacer el hambriento y sediento espíritu del hombre.

Secretos de un matrimonio no es una película para cualquier persona pues no mucho sabrán apreciar la grandiosa obra de arte que este hombre logró (no sólo en esta, si no en todas sus películas), aún así la recomiendo enormemente. Desde el inicio hasta el final me cautivó y se convirtió inmediatamente en una de mis películas favoritas. Les aseguro que no podrán terminarla de ver sin ponerse a reflexionar sobre sus propias relaciones, sus formas de ser, sus vidas. Así de magnífica y poderosa es.

Dejen comentarios sobre lo que les pareció la película.