martes, 27 de marzo de 2012

¿Quieres ser mi chica?

En afán de burla y nostalgia -la burla hacia mí misma-, dedico esta pequeña y discreta entrada a la banda australiana Jet, la cual acaba de anunciar al mundo su triste separación. No sé ustedes, pero a mí la noticia me resbaló como agua por aceite, mejor les hubiera ido estar en algún accidente aéreo, entonces sí estarían en boca de todos; se hubieran codeado con músicos como Buddy Holly o Pedro Infante o John Denver o los Blind Melon o Ritchie Valens o los 3/7 de Lynyrd Skynyrd, etc. Pero para qué hablo de semejantes cosas, pena debería de darme, así que salgamos de esto, que no tiene nada que ver con lo que venía a decir...

Digo en afán de burla y nostalgia, pues Jet fue el causante de que yo comprara mi primer iPod (un iPod mini para ser exactos, de la primera generación); y bueno, ni siquiera fue la agrupación y su música, sino Apple y su estupenda manera de vender productos (en ese entonces). ¿Recuerdan los anuncios? "Are You Gonna Be My Girl?" fue la canción que musicalizó mi fantasía de bailar con uno de esos aparatitos en mano; como si todo desapareciera y se convirtiese en un fondo monocromático estridente con mi figura sombreada en su totalidad. Sí, confieso ser presa de la mercadotecnia... a veces. Incluso llegué a comprar el Get Born pensando en que quizá estaría muy bueno el álbum, pero no, todo era simplemente el enmascarado consumismo que Apple nos restregaba en las caras.

En fin, sólo quería celebrar a una banda más de los llamados one hit wonders y esa canción que me llevó al aparatito que me acompañó tantas horas y días y momentos y que sin duda alguna alegró mis clases al estar sentada frente a un restirador buscando inspiración.

(Obviamente la razón de esta entrada era buscar una excusa para poner el video, pero siendo que el maldito blogger anda de nena, debo resignarme y esperar algún otro momento).

viernes, 23 de marzo de 2012

Shake That Devil

Hace aproximadamente siete años, no me acuerdo por qué razón, escuché la bizarra y bellísima voz de Antony Hegarty con la canción de "Bird Gehrl". Tanto la canción como su voz me provocaron un interés muy grande. Interés, obsesión, no sé, de esas veces que no se está tranquilo hasta que algún disco del  artista descansa entre nuestros brazos -en aquellos días, solía comprar discos casi compulsivamente... prácticamente mis quincenas bien merecidas vendiendo pasteles y emparedados servían de inversión para mi insaciable hambre musical-. Conseguía lo que podía, no escatimaba (quizá debí hacerlo, pero era ingenua, estúpida e impulsiva). Osaba aventurarme a lo que fuera -casi- y fue así como Antony & The Johnsons (Hegarty) entró en mi vida. I Am A Bird Now fue el primer álbum que hice mío y es ahora uno de esos discos que bien puedo contar dentro de mi propio cánon, ahí junto los Beatles y Joni y Cat y Harry y Joanna y Patrick y Andrew, et al. Puedo decir, sin caer en presunciones, arrogancias, ridiculeces, que ese disco, especialmente canciones como la ya mencionada "Bird Gehrl" y "Fistfull of Love" cambiaron algo en mí. Sé que muchos se reirán largo y tendido por el hecho de que, quizá estas canciones me hicieron quererme en una época de otredad... el mundo era extraño para mí, yo misma era extraña para mí. Así que, obviamente, un artista cuya música lograra esto era para atesorarse. Así que desde el 2005, he seguido la obra de este protegido de Björk muy de cerca. Justamente esta noche, me reencontré con una canción que escuché hace más de tres años y nuevamente, entramos en territorio conocido, fue una canción que escuché en una época muy importante para mí... no entraré en detalles, porque los detalles son aburridos (no para mí, para mí son fascinantes y me permito fantasear con ellos), sin embargo, sí les compartiré la canción que encontré, reencontré, redescubrí, blah blah. "Shake That Devil" o "Shake That Dog" del EP Another World (2008). Si no lo han escuchado nunca, es una sorpresa y una muy grata con su estilo jazzero, popero, quizá un tanto folky, y su voz... su voz es algo que no se olvida. Su persona podrá ser un misterio y quisquillosos puritanos del mundo choquen con su way-of-life, yo prefiero ver la belleza y la poesía que irradia cada poro de su ser. Su música, sus letras, su estilo son para escucharse y disfrutarse durante un día lluvioso, soleado, de noche, de día, durante el insomnio o incluso para inducir los sueños. Sea como sea y ya sin más, ni menos, este es él, Antony y la mencionada canción "Shake That Devil".


jueves, 22 de marzo de 2012

Sobre poesía (Ejercicio #4)

Si tan sólo fuera poeta, para no batallar tanto al escribir. Me terminé una rebanada de pastel, me tomé una taza de café, de sorbo en sorbo, para que durara mientras escribía esta entrada en mi bitácora espacial; sin embargo, en el intento de forzar las palabras, caí presa de distractores y distracciones, me permití vagar y el café terminó por enfriarse. Ahora, sin café y sin pastel, me apoyo en Dylan y "The Man In Me", canción que escucho en este preciso momento.

Decía Aristóteles que el hombre es el ser de la palabra, pero ahorita la palabra no está en este ser. Es difícil escribir cuando no llegan en el momento en el cual las convocamos y me pregunto cuál es el secreto. ¿Cómo le hacía Bob? Bob, contesta. Aunque sé que Bob está demasiado ocupado para contestarme... y a estas alturas del juego, no creo ya que pueda contestarme. Pero Bob no es el tema de esta entrada, sino la poesía. El día de ayer, día que terminó hace escasos minutos, se celebró al poeta, a la poesía. Una celebración que no debería de ser poca cosa. No soy una experta en el tema, incluso mi amor por la poesía ha llegado ya muy tarde en mi vida; de pequeña, de adolescente y de young-adult, jamás mostré interés o pasión por ella. Mis tristes y patéticos intentos por escribirla fueron escasos. Crecí con la errónea idea de que toda la poesía hablaba de amor, de cursilerías, de vidas de color de rosa y ese tipo de imágenes me provocaban náusea. Pero he aquí que entré a mis 20-quiúbole a estudiar Literatura y me aturraron poesía por cada poro de la piel. Me negaba a dejarla entrar, me negaba a admitir su coquetería... todo eran reglas y más reglas y teoría y figuras retóricas y metáforas y no entendía. Me perdía en ese mundo... hasta que algún maestro nos llegó a decir que debíamos pensar en imágenes y no pensar las palabras; derrepente entendí todo lo que Saussure llevaba semestres enseñándome, y aunque no quise admitirlo en un principio, me enamoré. Poetas como Quevedo, Reyes, de Ory, Baudelaire, Bretón, Huidobro, Leduc, Nandino, etc., etc., etc., me hablaron de cosas que jamás imaginé; mis ojos se abrieron a la par de que yo me abrí ante ellos. Jamás había pasado ante semejante escrutinio; me vi a través de los ojos de alguien más, algunos otros más y fue una de esas experiencias que cambian y marcan y jamás se olvidan.

La verdad es que sigo sin ser experta en el tema; soy malísima para recordar bien la teoría y me toma tiempo desentrañar poemas. La retórica sigue siendo muy retórica para mi gusto y ya de métrica ni qué decir. Pero, a final de cuentas, a quién le importa. La vida no puede medirse o seguirse según lineamientos, reglas, teorías, maneras, ni limitaciones y mucho menos la palabra... la palabra convertida en hombre, y a final de cuentas, el hombre. Dice Steiner que el canto del poeta "edifica ciudades, sus palabras tienen ese poder que, por encima de todos los demás, los dioses querrían negarle al hombre, el poder de conferir una vida duradera [...] El poeta es hacedor de nuevos dioses y perpetuador de hombres." No hay limitaciones para la creación, quizá la muerte y aun así, en muchos casos, se puede ver cómo hay quienes, a través de la palabra, permanecen vivos incluso siglos después de haber muerto, digo Reyes parece tener un muy buen entendimiento del tema (Esta frescura de saber/ que también nos vamos de aquí,/ ¡qué novedad en la conciencia,/ qué persuasión blanda y sutil!) y lo sigue compartiendo años después de haber dejado este mundo. Quizá la poesía es, verdaderamente, la manera de vivir eternamente.

Y bueno, sigo escribiendo y lo único que deseo es leer poesía y dormir. Será dormir y leer poesía en esta ocasión, mientras, les dejo uno de mis poemas favoritos por Carlos Edmundo de Ory: 

He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste más triste que un tintero
Triste no soy o si lo soy no sé
la maldita razón porque no quiero

He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste en las calles de mi raza
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza

Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate

No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde
Pide cerveza y basta de pensar
El cerebro está oscuro cuando arde.

"En un café"

jueves, 8 de marzo de 2012

Bloqueo

Disculpen, tengo el mentado writer's block... ¿por qué, por qué?No sé por qué, ni cómo combatirlo. Me dedico a realizar ejercicios en los cuales escribo por 10/15 minutos sin parar cualquier cosa que se me vaya ocurriendo, un ejercicio el cual supone remover y recoger ideas, tras las cuales, al ser plasmadas sobre papel, algo bueno podrá salir. Pero de diez en diez me he comido una hora de verdaderas estupideces; tanto que me apenan, me confunden, me desquician la psique. Vómito verbal del "decir por decir" sin meditación, ni reflexión. Palabras y frases superficiales y banas sobre temas perecederos dentro de una corta ventana de tiempo. Ideas que mueren sin haber tenido vida desde un principio. Opiniones sin fundamento. Chistes que no provocan risa. Versos que no remueven conciencias. Verbos sin acciones y acciones dejadas por muertas. Depresivo estado mental, sensorial, creativo, imaginativo, lo que sea que sea, sin píldoras o bebida alcohólica que le haga pelea. Dicho estado me provoca temor; el temor de la realización, de descubrir el verdadero "yo" de mi yo, y ver que no soy y jamás fui la que creí ser. Que las palabras que antes fueron, realmente nunca fueron mías, sino fueron arrebato del delirio; esta elevación de la cual hablaba Platón, o Aristóteles, o Jim Morrison. Escucho música para encontrar algo sobre qué hablar, pero los sonidos se mezclan con violencia y me llegan envueltos en uno y la desesperación, o la frustración, o una combinación de ambos, me hacen, me obligan a desistir. Sonidos por aquí y el televisor encendido con imágenes que no veo. Imágenes vacías que sólo sirven para iluminar una oscura habitación. 
...
...
...
No me atrevo teclear palabras más, palabras menos, por miedo a blasfemar. Lo mejor será, al menos por el momento, hundirme entre las cobijas, protegerme del frío y provocarme sueños musicalizados por lo que sea que el shuffle me quiera escoger... abro y pico play, y ahora deseo sea algo bueno, como si un programa supiera lo que mi "yo", el "yo" perdido, el "yo" que esta noche se ha quedado sin palabras, quiere escuchar... Play.

'Temazcal' por Monsters of Folk

Si les hice perder el tiempo leyendo mis frustraciones, lo siento.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Nezahualcóyotl habla


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Yo Netzahualcóyotl pregunto
¿Acaso de veras se vive en la la tierra?
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
-

Un poco de poesía prehispánica para alimentar los sueños, siempre cae muy bien. Nuestra tradición jamás muere, jamás morirá y seguirá produciendo las más bellas imágenes de lugares y objetos que por más mágicos, fantásticos e irreales parezcan, son nada menos que la verdad. 

jueves, 1 de marzo de 2012

11:07pm-11:46pm (o Ejercicio #3)

Una de las bellezas de la noche es que, cuando no estoy muerta de sueño y de cansancio, físico y mental, pero sobre todo, me corren por las venas la cafeína y la nicotina consumidas un par de horas atrás, puedo dedicarme un poco de ocio apapachador, ese en donde los audífonos son una herramienta escencial para la edificación de un microcosmos, una burbuja, un espacio personal, un como-lo-quieran-llamar, en donde habitamos tan sólo mi mente, mi música y yo; mi lugar feliz, mi lugar especial, en donde las voces que permanecen silenciadas durante el día pueden manifestarse en un completo libertinaje. Hablan todas al mismo tiempo, excitadas, confundidas  por la cafeína y por el sopor de las alucinaciones emancipadas de la jaula de la discreción y el decoro, incitadas por aquel par de cigarrillos que me permití disfrutar entre el fresco viento de marzo que sopla los avisos de una próxima primavera sin dejar los ecos del invierno. Así que, mientras en mi habitat de sonidos y sensaciones, en donde un David Byrne canta "Psycho Killer" cual canción de cuna a mi oído, estiro estos dedos que ya sentían el engarrotamiento del devenir del tiempo por haberse visto privados de la escritura, de mí querida escritura non-sense. Estas palpables visiones/sensaciones, no sé cuánto duren, con cuánto tiempo me agracien mi existencia nocturna antes de que el sueño, inevitablemente, termine ganando nuevamente la batalla. Se aventaja provocándome un ligero dolor de sienes; pulsaciones que inflan a ritmo las venas, erizando la piel, expulsando sudor frío por los poros y obligando a que los bostezos me provoquen amnesia temporal... temporal para que todo lo que en el momento necesitara salir, quede nuevamente atrapado en esa jaula de decoro y discreción... la jaula.. temida y odiosa jaula... Bostezo. Olvido. Y nuevamente, se rompe el hilo que parecía, ahora sí, tejer algo interesante.