martes, 19 de enero de 2010

Godard

Dibujé esto el otro día mientras un par de Godard-ianos observábamos embelesados Un femme est une femme. Un boceto en honor a mi director de cine favorito, dentro de mi corriente cinematográfica favorita... ahí se las dejo pa' que adivinen de qué hablo.

¿Se parece? Para nada... pero no soy retratista, sólo fan.

viernes, 15 de enero de 2010

Otro videito más...

Desde que mi laptop cayó en coma nomás no encuentro dónde escuchar buena música y el radio ya me harta, así que he tomado refugio en youtube y npr-music. Esta vez les presento un video, auspiciado por tu tubo, al extravagante y siempre genial músico hippiteko Devendra Banhart con una melena ya no tan larga, cantando su canción 16th & Valencia Roxy Music en Live with Jools Holland (un programita que, si tienen HBO, deberían de ver).

Happy dancing!

jueves, 14 de enero de 2010

Synecdoche New York

Ayer fue noche de películas raras, muy raras, y muy buenas para esto; la primera de ellas una increíble creación por parte de Charlie Kaufman (escrita y dirigida por él mismo), Synecdoche New York (o Nueva York en escena, 2008). La segunda, una oda a la bellísima Anna Karina por parte de Jean-Luc Godard, y segunda producción fílmica dentro de esa enorme fuerza cinematográfica (y mi enorme obsesión) que fue y sigue siendo la Nueva Ola Francesa, Une Femme est Une Femme (A Woman is a Woman, 1961), contando también con la siempre maravillosa participación de Jean Paul Belmondo. Pero esa ya vendrá después.

Recuerdo haber visto Being John Malkovich hace muuuuuuuuuuuuuuuucho tiempo. Muchísimo. No contaba ni siquiera con los 15 años. Y recuerdo que salí del cine con dolor de cabeza, sin poder entender por qué habíamos entrado a ver esa película tan rara, tan incoherente y, pues rara, sobre alguien que descubre un portal que conduce a la mente del celebrado actor John Malkovich. Claro, qué va a saber de cine una enana mocosa de secundaria que apenas está probando sus primeras pinceladas con el cine "alternativo"... vaya, el no comercial. En fin. Tiempo, mucho tiempo después, osease, ayer fui iluminada, al terminar de ver la última obra de Kaufman. Tan dichosa fui al ser iniciada en ese tipo de cine y ni cuenta.

Synecdoche New York es un peliculón increíble. Es una maldita clase de retórica. Es una película que no sé ni cómo explicar, pues es complicada, densa y difícil; una película que requiere de absolutamente toda, pero toda, nuestra atención y toda nuestra capacidad de digerir, captar, analizar, interpretar y todo lo de más que termine en infinitivo que se les ocurra. La verdad que está cabrona.

Caden Cotard (Phillip Seymour Hoffman) es un hombre de familia y director de teatro que se encuentra en los últimos toques de su más reciente producción teatral (un refrito de una obra de Arthur Miller), y un pedazo de mediocridad según su esposa Adele (Catherine Keener). Su esposa es ya una establecida pintora, que abandona a Caden y se lleva a su hija Olive, junto con María (Jennifer Jason Leigh), su amiga/amante, hasta Berlín. Tras este fuerte golpe a la moral del ya inseguro Caden, este se propone en realizar la mejor y más original obra de teatro jamás puesta en escena, una que muestre la brutal honestidad de la vida en su máximo esplendor. Tras ganar el prestigiado McArthur genius grant, y una brutal suma de dinero jamás especificada, Caden da inicio con su más ambiciosa creación, un especie de gran teatro del mundo, solamente que el mundo es Nueva York y el gran teatro gira alrededor de la solitaria y depresiva vida de Caden. Aquí es donde el asunto se torna difícil para explicar. Como Caden está representando de la manera más honesta la historia de su vida, él va contratando actores para que intepreten los papeles de él mismo (Caden), su esposa Adele, su segunda esposa Claire, su asistente Hazel, etc., etc., etc. Y como estos actores contratados deben actuar exactamente igual a lo que es la vida de los verdaderos personajes, pronto los actores se convertirán en el director, asistente, y así sucesivamente, terminando finalmente en un increíble caos de doppelgängers distribuidos por la monstruosidad de teatro. Es un aspecto muy importante de la película y muy difícil de explicar, algo que deben de ver para creer (y entender). De hecho, esta parte me recuerda al video de Bachelorette de Björk... el metateatro.

Desde el inicio, hasta el final, la película está plagada de imágenes o situaciones que a uno lo introducen en el más profundo debate interior sobre lo que es la vida y lo que uno hace para realmente vivirla, y según va transcurriendo la película, esos mismos debates personales van evolucionando junto con el humor de la historia, que pronto termina por oscurecer e incluso deprimir. Esto hace que la película sea mayormente excepcional, pues cumple con absolutamente todos los objetivos, siendo el principal poder conectar con una audiencia y transmitir lo que hay por transmitir.

Charlie Kaufman escribe historias particularmente originales, únicas y super fumadas. Historias fantásticas, utópicas que curiosamente siempre hablan sobre los aspectos más vulnerables del hombre. Los sueños que se quedaron sin ser realizados, los errores que todos desearíamos borrar, la realización de todos esos "y si hubiera hecho esto", etc. Synecdoche enrola todos estos aspectos que Kaufman ya había repartido en sus historias anteriores, pero esta vez lo convierte en un denso y enfermizo universo de tintes surrealistas, bizarros y grotescos en veces. A diferencia del resto de aquellas historias escritas por Kaufman, ninguna de ellas fue dirigida por él hasta ahorita, y la verdad es que brilla como director. No necesita de la mano de genios como Jonze o Gondry para darle el soplo de vida a sus películas.

Es una muy buena película y si se animan a verla, les advierto que es difícil de ver y les demandará su total atención, pero lo vale mucho la pena. Si son amantes de estar observando e interpretando signos, símbolos, imágenes y los por qués de las cosas, esta película lo tiene de a montones.

martes, 12 de enero de 2010

Bon Iver con "Skinny Love"

Ahhh... tengo la piel chinita. Este hombre me pone la piel chinita con sus letras, con su música y con su voz. ¿Lo pueden escuchar? ¿Escuchan cómo se le quiebra el corazón? "Skinny Love" forma parte de uno de los mejores discos de la década: For Emma, Forever Ago. Aquí abajo les dejo su presentación en Live with Jools Holland. Enjoy!

miércoles, 6 de enero de 2010

Elemental, mi querido Watson

El miércoles pasado fui al cine y esta vez vi algo muchísimo mejor que Avatar y fue Sherlock Holmes, con unos fantásticos cuponsitos que me rebajaban el precio hasta 25 pesos, una ganga, en verdad. Pero el precio de los boletos no es lo relevante, sino la película. Conocedores o no conocedores del detective, yo creo que todos sabemos, por cultura general, quién es Sherlock Holmes y de qué se va a tratar una película que lleva ese nombre. De todos modos, por aquello de que de plano no sepan ni de qué les estoy hablando, aquí va un rápido resumen de la película.

Sherlock Holmes, el famoso detective inglés, ha sido contratado para ayudar a la policía a encontrar a una jovencita que había desaparecido, raptada por el malévolo y diabólico Lord Blackwood. Éste es aprisionado, enjuiciado y mandado a la horca, en donde todos somos testigos del fin de Blackwood. O al menos, eso creemos. La policía regresa en busca de Holmes, caos, pánico y espanto se ha apoderado del Scotland Yard, para esta vez resuelva el misterio de cómo los muertos regresan a la vida (Blackwood). Así que el detective y su siempre fiel Watson prosiguen con la investigación que meses atrás habían iniciado. Mientras tanto aparece la ingeniosa mente criminal de Irene Addler, la obsesión y amor imposible de Holmes, para solicitar su ayuda a encontrar un enano de cabellos rojizos. Y como en toda buena historia detectivesca, los hechos y los personajes terminan inevitablemente enrollados en un nudo puesto ahí desde el principio.

Guy Ritchie es quien, en esta ocasión, le entra al quite con el famoso detecive inglés, imprimiéndole a la historia un poco de aquel carácter crudo, frío y chistoso que ya son marca registrada en todas sus películas, y esto a mi me gusta, pues soy fan del cine de Ritchie. No es su mejor película, sin embargo es buena y muy entretenida. El humor de Ritchie es sutil y discreto, tal vez para el espectador que realmente pone atención a los detalles cuando ve una película. Robert Downey Jr. y Jude Law intepretan a Holmes y Watson respectivamente, y lo hacen maravillosamente. Una pareja dispareja. Uno realmente cree que estos dos están a un paso de la relación homosexual con las constantes peleas que uno está obligado (gustosamente) a presenciar. Rachel McAddams interpreta a la peligrosa Addler, un intento de femme-fatale, que la verdad no me convenció mucho, pero bueno, pudo haber sido peor. Mark Strong hace el papel del malévolo Lord Blackwood, una muy buena intepretación de este clon inglés de Andy García.

Lo que realmente brilló, y brilló con ganas, durante toda la película fue el soundtrack, creado por Hans Zimmer. Está verdaderamente fabuloso y le queda a la visión de Ritchie como anillo al dedo. Un sonido como de old-town-saloon, sacado de un western, inyectado con sarcasmo, inteligencia y humor -y no, no es música celta, como alguien osó afirmar al salir de la sala-. Es pegajoso e hipnotizante, y jamás distrae de lo que está ocurriendo en pantalla, al contrario, ambienta de manera muy especial las escenas.

Confieso avergonzada que jamás he leído los cuentos de Sir Arthur Conan Doyle, así que no podría decirles si es o no, el Sherlock de Ritchie, una fiel copia del personaje creado por Doyle. Por ahí he leído y escuchado dos que tres cosas en total desapruebo en contra de esta nueva versión, sin embargo yo no tengo marco de referencia en qué basarme, así que ya se los dejaré al criterio de los lectores. Fuera de esto, es una buena película para sacudirse el ocio y el tedio, a pesar de estar un poco larga, jamás se siente estancada, al contrario, la historia es fluida y entretenida. Y si son fans de las obras de Guy Ritchie, sí vale la pena verla, tiene mucho de él impreso en el film, aunque no es su mejor película -Lock, Stock & Two Smoking Barrells sería mi opción para mejor película-. Las actuaciones de Downey y Law son sabrosamente entretenidas, y para finalizar, el soundtrack es absolutamente maravilloso.

lunes, 4 de enero de 2010

Para iniciar el año... una canción

Intenté, por todos lados, encontrar alguna canción de Patrick Watson que pudiese postear en mi blog, pero, lamentablemente, no encontré nada de nada. Eso ya se los encargaré a ustedes, porque definitivamente tienen que escuchar las creaciones de este hombre, porfavor, confien en mi. Yo sé de lo que les hablo.

Así que mientras no encuentro la canción que quería, les dejo con otro de mis canta-autores favoritos... Devendra Banhart. El artista más original que se puedan encontrar por ahí, y otro más que tienen que (deben de) buscar, bajar y escuchar -háganme caso, yo sé lo que les pido-. Feliz lunes, feliz inicio de año... que los problemas del mundo no les achicharre el corazón y la ligereza de espíritu para que sigan disfrutando de cosas tan hermosas como la música.