sábado, 10 de enero de 2009

Eleanor Rigby

All the lonely people, where do they all come from? (Not feeling lonely, I'm just listening to Eleanor Rigby play the cello).
This will lack of much sense, as everything else around here. The truth is I only wanted to hear the sound the keyboard makes when I type, so writing a blog about nothing is just an excuse... so excuse me, seems to be I always need an excuse for writing. Or maybe not an excuse, but a justification, and then again, why do I need to justify anything. I certainly know I don't have to, although sometimes it feels like I do. No, no justifications needed, just freedom, and the certainty of knowing that, in the end, I can do whatever the hell I want.
While on the subject of 'doing whatever the hell you want', I saw a movie, a couple of days ago, about a guy that did 'whatever the hell he wanted', and then ended up dead. But that was just negligence for starving to death and doing 'whatever the hell he wanted'.
So, does the philosophy "It's your life, do whatever you want with it" really work? Or is it half truth, half a lie. It sounds like a very romantic idea, but how do you do that? Do you really not care what everyone says or does to you, or for you? Does taking council count? Or does it require not having thoughts of others in you mind, just your own? Do you give everything up and change your way of living? Or do you just enhance and exaggerate your way of life? Does it require yourself to go against the system (school, teachers, work, hierarchy, God, everyone) or does it mean you have to follow society rules? You know, be born, grow old, have a degree, get an office job, and all that jazz. I sometimes hear quite a lot that God has this plan for everyone, and I've always wondered how he keeps up with it... then i proceed to imagine Him sitting in a movie theater, with every seat taken, popcorn in hand and all, watching us up in the big screen. We're appearing in this major motion picture.
My belief is all movies are comedies, black comedies, light comedies, romantic comedies, bad comedies, but comedies non the less. I think there is such irony in our lives, that it is inevitable for us to laugh, for God to laugh, for anyone and everyone to laugh (everything is more bearable that way).Irony. Life is ironic, no doubt about it. It never fails to be so.

viernes, 9 de enero de 2009

Lo que debemos de temer

Estoy por terminar un excelente libro llamado La noche de Tlatelolco por Elena Poniatowska y por su título espero que sepan de lo que trata, si no, son unos completos ignorantes y definitivamente necesitan un curso de historia. En fin, a escasas páginas del punto final, tuve que detenerme y pensar un poco -y pasar el malestar que me provocó todo aquello.
Genocidio es una palabra que me viene a la mente en estos momentos. Un verdadero atropello en contra del ser humano. Abuso de autoridad, algo que, aceptémoslo, no pasa PARA NADA en nuestra actualidad.
A lo que voy, el coraje que me inundó el hígado no fue tanto lo que pasó -sí, pero no- sino porque sigue pasando. Por ahí dicen que la historia se repite a sí misma y al parecer los miles y miles de años que el hombre se ha dedicado a escribirla, estudiarla y vivirla, han servido para pura mierda. ¿Cuándo aprenderemos? ¿Cuándo llegarán esas palabras a dejar de ser palabras y convertirse en acciones y experiencias de vida? Para qué sirve estudiar si se seguirán cometiendo aquellos atroces errores en contra de la vida humana y en contra de este mundo.
Escucho a todo mi alrededor las felicitaciones por la Navidad y por Año nuevo, y luego caigo en cuenta lo vacías que son esas felicitaciones. Nos felicitamos por qué razón, ¿alguna vez se han puesto a pensar en eso? ¿Qué increíblemente maravilloso y extraordinario logramos en el año para hacernos merecedores de una celebración? Simplemente cuando escucho las resoluciones de ciertas personas me pega como un costalazo de rocas a la cabeza: este año bajaré de peso para verme más "nice". Este año me compraré cualquier pedazo de plástico innecesario para mi vida. Este año seré la más o el más popular (en el caso de los chavitos pubertos, porque a esta edad espero que seamos más maduros y nos demos cuenta de lo increíblemente y banalmente superficial de esta forma de pensamiento).
No digo que el tener metas personales sean malas, no lo son; peor hay un punto en el que dejan de ser metas que nos hacen crecer como personas y pasan a ser meras ideas narcicistas, y que viendo al mundo como está, todos sufrimos de esto.
No me cabe en la cabeza al ver las noticias cómo no somos capaces de gritar "ya basta". No me cabe en la cabeza cómo es posible que con tanta tecnología, haya millones y millones de personas sin saber leer siquiera las vocales. No me cabe en la cabeza cómo el hombre persigue al hombre, tachándolo de ignorante y peligroso, cuando el verdadero peligro reside y siempre ha residido en la ignorancia. No hay mayor peligro que la estupidez y la ineptitud, y no hay mejor aliado de ello que la indiferencia.
Creo que la respuesta es tan sencilla solo que uno lo hace tan complicado como quiere. Y creo todavía más en que uno tiene la capacidad de cambiar el mundo, de eso estoy segura. Creo que la humanidad ha sido robada de su fe y su esperanza y es hora de que se recupere. Creo que es hora de hacer a un lado la indiferencia y la ignorancia y poner atención a las clases de historia. Creo que es hora de apagar la televisión y perder neuronas y abrir un libro y educarnos. Es hora de cambiar las armas, los tanques, las bombas, por libros, por palabras, por poesía, creo que todas aquellas voces de nuestros antepasados y los que serán nuestros hijos nos lo piden a gritos.
"Al hombre no se le doma, se le educa"Cartel de una manifestación hecha en México en 1968.

lunes, 5 de enero de 2009

Coleccionista de momentos

El recuerdo se crea cuando uno vive un momento de tranquilidad, aunque el mundo ajeno a uno corra a una velocidad desmadrosamente acelerada, el mundo dentro de uno cuenta los segundos sin prisa alguna, hasta logra detener uno que otro. Es tal momento en el que bien alguien alguna vez hubiese podido redactar en un poema o plasmar en una foto o hasta recrear en una escena de alguna película.
Es ese momento en el que se abren los ojos y se agudizan los sentidos, escuchamos música en el fondo y los colores se avivan. Lo vemos todo de una manera que jamás la habíamos visto: Un atardecer que logra filtrarse por una pequeña ventana, iluminando la habitación entera de un naranja ardiente, a la vez que todo se refleja en los ojos de ese alguien a quien miramos a tan sólo milímetros de distancia... en donde la cercanía deja de existir y uno es el otro, el otro es el uno. Un momento.
El instante previo a una lluvia, en donde el sol va desapareciendo tras las apresuradas nubes, dispersándo la luz por todos lados, hasta que aquellas la opacan por completo. El olor a tierra mojada se torna cada vez más intenso y a pesar de vivir en una ciudad ruidosa, reina el silencio y es posible escuchar el viento. Un momento.
El abrazo de la abuela. Momento.
El primer beso. Momento.
Una repentina explosión de carcajadas después de un mal día. Momento.
Demasiados momentos en una vida como para escribirlos todos, y cada uno de ellos crean el recuerdo. No recordamos el todo absoluto de lo que en ese pasado ocurrió, tan solo el momento. Haya sido un segundo o un minuto. Últimamente he recolectado momentos, sin buscarlos, solos llegan, tan solo me vuelto atenta a ellos para no perderme ninguno, esto sería una tragedia, ya que, de perderme alguno, un cacho de mi memoria estaría faltando y no podría recordar. Me he vuelto coleccionista de momentos, esta será mi profesión de ahora en adelante y de ellos viviré.