martes, 8 de enero de 2013

Lo mejor... Alabama Shakes, BOYS & GIRLS



3. Boys & Girls, Alabama Shakes

Herencia y tradición. Dos cuestiones tan elementales en el Rock & Roll que la mayoría de las veces, terminan por perderse entre la ambición y la complejidad a la que someten la esencia del sonido. La música, tan pura, tan sencilla, se pierde entre códigos binarios y sonidos cósmicos de galaxias muy muy lejanas, así que, voltear hacia el otro lado y toparse con que un grupo de chicuelos alabamianos son capaces de prescindir de todo ello y canalizar el espíritu de Janis Joplin, Neil Young y en lejanas (pero no tanto) referencias, Muddy Waters y toda esta historia de rock/blues sureño-americano. Es, como destaqué en dos palabras, la herencia y la tradición con la cual se desenvuelven los Alabama Shakes.

Guitarra, bajo, batería y voz, el modelo por antonomasia y para Boys & Girls, no hacen falta mas que pocos segundos, durante "Hold On" para convencernos de que estamos para una placentera y agradable, muy agradable sorpresa. Lo podemos escuchar, lo podemos saborear: el pasado que se recarga amigablemente sobre la fuerza motora de la banda, el ambicioso escondido bajo la modestia del ensamble, liderados por la emotiva voz de Brittany Murphy. "I Found You" secunda el recorrido iniciado previamente, hacia los lugares comunes de la poética del blues, aventajando el sentimiento de pertenencia, el cual es retomado de mejor manera en "Rise To The Sun" y su rito de pasaje: I feel so homesick / Where's my home / Where I belong / Where I was born / I was told to go / Where the wind would blow / and it blows away... away. Las confesiones de Murphy encuadran perfectamente con los melancólicos riffs de Heath Fogg, los acompasados ritmos de Steve Johnson en la batería y el tímido asomo de Zac Cockrell en el bajo, ejemplo de ello es la reconfortante "You Ain't Alone"; es inútil explicar la belleza de esa canción, transcribir la letra, describir la atmósfera... esta canción se DEBE escuchar, una y otra y otra y otra y otra y cuantas veces sean necesarias. "Goin' To The Party" rompe con el mágico ambiente que hasta este momento se ha venido creando y nos saca fuera del camino, por lo menos en mi caso, fue distracción del momentum que había ido creando, aunque "Heartbraker" es el bálsamo del pronto retorno hacia el tan bien conocido sentir, sabor, dolor y sonido del corazón roto; el suplicio para el cual nadie nos prepara: How was I supposed to know you gimme my heart aching / Mama couldn't tell me about the feeling / and all them love sick songs... well, they got true meaning. Esas palabras desgarradas ante los gritos de desesperación tan melodiosos de Brittany ponen la piel chinita. "Boys & Girls" funciona como secuela, tanto en el disco como en la vida real, al creer que después de una separación se puede entablar amistad, y a esa dolorosa realidad, comparada a la expectativa, le va bien el acompañamiento tan dulce y melancólico que provee el reverberante rasgueo de Fogg contra los golpes de remembranza jazzera de Johnson, tan aparentemente débiles en su constitución. El tercer acto abre con "Be Mine", engañosa y explosiva ante el desdoblamiento de emociones que terminan exigiendo toda nuestra atención. "I Ain't The Same" es más dinámica y ligera, que muestra un poco más de protagonismo por parte de Fogg, Johnson y Crockrell, aunque Murphy es una fuerza que no cede terreno. Finalmente, "On Your Way" cierra magistralmente el álbum con un canto hacia la muerte y los últimos pensamientos de vida que alguien no le dedica a esa personificación que Murphy encarna cuando canta: On your way to heaven, did you say "I'll see you again"? / It wasn't me, why wasn't it me? Significativo terminar un disco aludiendo a la muerte, al paraíso... ¿no?

Girls & Boys es un disco rico en colores y las tonalidades cambian de un segundo a otro, mucho de ello es gracias al espíritu de Murphy que queda expuesto con su voz, tan rasposa, tan poderosa, y que no podrán negar, hace pensar en una reencarnación de Joplin. Alabama Shakes no llegó para innovar, ni para reivindicar el género, sin embargo propone una revisión de la historia y la tradición que me parece agradable y satisfactoria.

Y la mágica "You Ain't Alone"

domingo, 6 de enero de 2013

Lo mejor... Fiona Apple, THE IDLER WHEEL...



4. The Idler Wheel Is Wiser Than The Driver of The Screw and The Whipping Cords Will Serve You More Than Ropes Will Ever Do, Fiona Apple

Y un respiro después de semejante título (sorbo al café, mordida a la rosca de reyes, otro sorbo al café, continuo). Respiro fue justamente lo que se aplica para el tiempo que tardó Apple en retornar con material nuevo: siete años transcurrieron desde Extraordinary Machine (2005), soberbio disco, por cierto; y es que, como bien fue declarado por ella, no gasta su tiempo produciendo música cuando no hay nada que decir. Escribe cuando siente la pesadumbre, la ansiedad, la tristeza corroyendo el espíritu y cuando la vida va bien, no desperdicia sus momentos de felicidad y paz componiendo. Es natural, muchos de los que gustamos de formas artísticas de expresión, somos motivados por la melancolía y los momentos amargos para poder crear, escribir, pintar, o algo por el estilo. Es difícil no sentirse atraído hacia una personalidad que parece funcionar como muchos de nosotros.

Lo que hace funcionar a la obra de Fiona Apple es la honestidad. Si en sus creaciones previas parecía que se exponía como nervio en carne abierta, en The Idler Wheel se despoja de una vez por todas de la carne, la materia, para mantenerse solamente en esencia; parece exagerado, pero prescindir de todo sonido mas que el de su piano y su voz es justamente eso. Austero es decir poco, pero encaja, comenzando por "Every Single Night": silencio, piano, voz, la delicada y fluida lírica de Fiona, tan ácida y cruda que pintan sus demonios (y mis demonios, y los tuyos, y los tuyos): If what I am is what I am, cause I does what I does / Then brother, get back, cause my breast's gonna bust open / The rib is the shell and the heart is the yolk and I just made a meal for us both to choke on. Y si con esa intro no creemos en el poder de los demonios, "Daredevil" es suficiente, sobre todo con ella gritando y reclamando atención. Encuentro difícil el poner por escrito lo que la música de Apple causa cuando la escucho; francamente es como robarse el diario de alguien y leer sus más secretas y profundas confesiones, las cuales incluyen el sonido tan discreto de percusiones modestas, contrabajos penosos que dejan escuchar un par de notas y desaparecen debajo de las letras, como en "Valentine" o en el peculiar sonido de "Jonathan" que parece haber sido procesado a través de entrañas metálicas dejándonos un alarmante sabor de "precaución adelante". Aún así, seguimos en la bilis sabor a caramelo, "Left Alone", con irregular tempo, hipnotiza ante la cadencia de la voz de Apple tan dulce en sus notas, jovial, juguetona, pero fría y distante: And now I'm hard, too hard to know I don't cry when I'm sad anymore, no no / Tears calcify in my tummy / Fears coincide with the tow. "Werewolf" explota en caos ante su rasposa voz, acompañada de gritos infantiles que se mezclan entre las notas del piano y caza su presa para abandonarla herida, y si aun no saben que no deben herir lo que no pueden matar, "Regret" es un recordatorio como ninguno que podrían olvidar. Quizá pueda haber división en cuanto a gustos por género: los hombres podrán escuchar la música de Fiona Apple y confinarla al olvido entre los gritos de ira de una mujer que fue mal-jugada por alguien, y las mujeres la amen porque dice todo lo que nunca pudieron (pudimos en nuestro momento) decir. Pero luego entra el hecho de que no es un juego de mujeres despreciadas, sino viceversa, hombres despreciados, mal-jugados, mal-heridos por mujeres y entonces, una vista a la inversa y frases como I ran out of white dove feathers to soak up the hot piss that comes from your mouth every time you adress me, se convierten en canto de victoria para ambos bandos. A final de cuentas, todos sentimos igual el amor y el desprecio, por lo que yo evitaría catalogar a un artista como Fiona Apple en la mesa de música de género, en estos casos es fácil despojarse de ello. Después de tanta vertida de veneno, "Anything We Want" encanta, enternece y divierte ante la seducción y atracción, en donde el sexo es finalmente un juego de niños al que siempre querremos ser invitados a jugar, y si esto no es una razón suficiente para entrar al juego de las relaciones, "Hot Knife" es el canto de guerra, o canción de apareamiento, que hace el truco, pues más explícito no se puede: If I'm butter, if I'm butter (I'm a hot knife, I'm a hot knife) / If I'm butter, then he's a hot knife (I'm a hot knife, he's a pat of butter). Ya ni las peras ni las manzanas podrían explicarlo mejor.

No puedo esconder que Fiona Apple es una mujer, artista, músico, a la que admiro profundamente, y no son sus canciones/himnos del "yo, yo, yo y luego tú", no son las notas ácidas y crudas en su tono de voz, sino la honestidad que empuja todo ello afuera y la valentía de hacerlo, sobre todo dentro de un mundo que se empeña, más ahora que nunca, en mostrar siempre su rostro cínico e indiferente hacia nosotros. La franqueza está tan sobre valuada y devaluada a la vez.


"Werewolf"

sábado, 5 de enero de 2013

Lo mejor... David Byrne & St. Vincent, LOVE THIS GIANT



5. Love This Giant, David Byrne & St. Vincent

No hay mucho qué decir, los nombres hablan por sí solos... lo gritan: BYRNE / ST. VINCENT. El primero es una leyenda viva: multidisciplinario, creativo, innovador, extrovertido, músico de primera y vocalista como ninguno; uno sabe cuando escucha a David Byrne, su voz y su estilo es inconfundible. La segunda, Annie Clark, va por buen camino para convertirse en un auteur en el mundo de la música: su voz, tan dulce y delicada, contrastan con la fuerza motora de su música, su violenta y maravillosa manera de tocar la guitarra y la cruda acidez de su lírica. No es que intente bañarlos en flores, es que ellos ya nadan en ellas, y con mucha razón.

Love This Giant fue la excusa. Es como sumar 1 + 1, las personalidades de Clark y Byrne son tangibles y placenteras para quienes gustan de escenarios grandiosos y melodramáticos. "Who" abre el disco memorablemente entre saxofones que encuadran la inmutable y siempre melodiosa voz de Byrne que nos ataca con preguntas quizá retóricas para ponernos a filosofar un buen rato: Who walks this dusty road? Who always lose their way? Who's this inside of me? Who made a big mistake? Whose is this constellation?. Y el primer acto continua fuerte con los funky-beats de "Weekend In The Dust" y la voz de Clark sobre los instrumentos de viento que protagonizan a la par con el dúo, todos los temas del disco; un lamentable elemento que se repite hasta el tedio en ciertos momentos, pues el talento musical de Byrne y Clark puede dar para mucho más que unos arreglos de trompetas, tubas y saxofones, pienso yo. "Dinner For Two" parece una escena sacada de Buñuel en su Discreto encanto de la burguesía, con un grupo de personas que arriban a una velada sin sentido y razón. "Ice Age" expone la incongruencia de Clarke con sus momentos-que-parecen-baladas-y-explotan-en-tu-cara. "I Am An Ape" es uno de los momentos fuertes del disco, con los vientos relegados a un tercer plano, sonando por debajo de Byrne y Clark quienes le cantan al darwinismo ensalzando al mono que llevan (o llevamos) dentro al cantar I am an ape, I stand and wait / A masterpiece, a hairy beast / Try not to laugh, just take a chance / I visited, inside your head, con tanto brío y alegría. Una oda a la de-evolución. "The Forest Awakes" parece una pieza olvidada del Volta de Björk que no logró llegar a la magestuosidad del disco, a pesar de su lírica tan colorida y suntuosa.

"I Should Watch TV" comienza el descenso hacia el final y es una magnífica pieza que va más allá del simple cantar y tocar música: es una representación satirizada del hombre común que se deja cautivar por el llamado idiot-box: I used to think that I should watch TV / I used to think that it was good for me / Wanted to know what folks were thinking / To understand the land I live in / And I would lose myself and it would set me free. La declaración que el conocimiento nos liberará, lo cual es cierto, si el conocimiento no fuera mediatizado, monopolizado, razón por la cual yo no veo noticieros, ni programas de opinión y "análisis", aunque en este país eso jamás ha existido. Aquí mejor tenemos el Everybody gets a touched up hairdo / Everybody's in the passing lane / Adoration makes you touch dark shadows / Weird things that live in there y el gigante al que alude el título del álbum (Love This Giant), es finalmente el gigante televisivo. Ad hoc. Amemos al gigante. El momentum no dura y "Lazarus" no resucita de su estructura lineal, pero "Optimist" si logra entregar esa chispa de optimismo que promete con su pop tan digerible rodeando la presencia de Clark y sus discretos riffs que, para variar, no la conducen a esos oscuros lugares comunes a los que acostumbra llegar. "The One Who Broke" presenta más el eclecticismo por el que Byrne es tan conocido, aunque nunca parece dejar que la música crezca como monstruo desbocado y tan sólo se guarda en unos ritmos medio latinos-carnavalescos, nuevamente sobrepasados por la sección de instrumentos de viento. Finalmente, "Outside Of Space & Time" cierra en un tono romántico/melancólico con toques sci-fi, entre cuyos tonos baladescos, Byrne corea en su más nítida y melodiosa voz una de mis imágenes favoritas del disco entero: I know we'll join this cosmic saga / Intergalactic matter / Where we will meet tonight / Spiralling out of sight / Outside of space and time.

Es verdad que la sumatoria del talento Clark+Byrne deja un poco más el deseo de grandeza desmesurada ante la propuesta de Love This Giant, sin embargo, los destellos de genialidad que en múltiples ocasiones se dejan ver en el disco, es suficiente para catalogarlo en mi lista de lo mejor. Esto tan sólo me hace desear con las entrañas, que no sea la última y sola ocasión en la cual colaboren. Yo sí amo a estos gigantes.

Aquí la canción que cierra el álbum: 

"Outside of Space & Time"