I’m a confident liar, got my head in the oven so you know where I’ll be. I try to be more romantic, I wanna believe in everything you believe. I was less than amazing, I do not know what all the trouble was for, I fall asleep in your branches, you’re the only thing I want anymore.
Debo admitir que me ha costado muchísimo decidir entre Joanna y The National, ambos discos me despojaron de mi aliento y consiguieron lo mejor de mi atención. Ambos fueron obras a las que constantemente recurrí durante el transcurso del año, mismas que con cada vuelta crecían y crecían y crecieron a tal grado de quedar cimentadas como lo mejor que llegué a escuchar durante 365 días de horas repletas de música. High Violet es un álbum cargado de emociones oscuras, densas, sádicas, depresivas y para ser un álbum tan pesado, la música logra comprometerlo a tal grado que lo convierte en poesía, de esa tan dolorosa que causa placer, convirtiéndonos a quienes lo escuchamos en masoquistas y con todo el orgullo de serlo. Antes de High Violet, no conocía a The National, así que después de haber escuchado el disco, me di a la tarea de buscar lo pasado, encontrando Boxer y The Virginia EP. Ambos muy buenos discos, sin embargo no están a la altura de High Violet. En Boxer, el disco anterior, ya se escuchan los pincelazos de lo que se convertirá en su mejor obra a la fecha; la oscuridad comienza a apropiarse de las canciones, a pesar de que no llegan a esa densidad con la cual cuenta High Violet. En cuanto a arreglo musical, se escucha, ya se siente y se ve venir la magnificencia con la cual The National se presentó este año al mundo. Las canciones son ricas en estructura y en letra, en música y en sentimiento, liderados por la afectiva voz de Matt Berninger, la cual le dota de un cierto romanticismo a cada pieza; romanticismo oscuro y tormentoso, digno de novelas post-revolucionarias de la Francia del siglo XVIII; llamémoslo post-Romanticismo, en el cual encontramos todos los rasgos y características del movimiento, inyectado del siglo XXI. Es sólo cuestión de escuchar las canciones, las cuales escupen, entre tanto verso, frases que seguramente les acosarán el subconsciente (y el consciente también); ejemplo, ‘Terrible Love’, canción que abre el disco: /It’s a terrible love, and I’m walking with spiders/. “¡Qué cosa más terrible que el amor!” dirían los poetas. O también en ‘Sorrow’: /Sorrow found me when I was young; sorrow found me, sorrow won/. En ‘Lemmonworld’: /I’ll try to find something in this thing that means nothing/. Y por su puesto, ‘Conversation 16’: /I was afraid I’d eat your brains, ‘cause I’m evil/. Etc. Quizá no todo sea amor, quizá no todo sea uno… pero qué digo… todo es amor, todo es uno mismo. High Violet es la tortuosa expresión interna del hombre, de un hombre, de cualquier hombre; es un maravilloso álbum, matizado con poética, pero cimentado en el rock. Definitivamente The National merece la corona de olivo, el cetro y el trono.
Aquí 'Sorrow':
...y 'Vanderlyle Crybaby Geeks':