(a lápiz atinándole a los renglones con la luz apagada para no despertar a las almas que sí duermen)
Entre cálidas sábanas teñidas de rojo me aprisiono voluntariamente durante una noche cualquiera de verano; de esas peculiares que cambian volublemente sus humores y pasan del calor al frío en una soplada de vientos polvorosos. Me dejo seducir por el tacto de la comodidad que ofrece la noche y las altas horas del ocio y la relativa soledad para ensimismarme dentro de una burbuja creada a partir de especulaciones filosóficas, en donde escucho egoísta la música con altos grados de decíbeles, esperando así, quizá, la temprana aparición de la sordera. Sin embargo, estas ciertas negligencias de la juventud me quitan cualquier asomo de preocupación para tan sólo concentrarme en melodiosas imágenes que seducen e incitan a perderse entre la oscuridad. Estos cantos de hombre-pescado que cantan las más dulces pasiones en bellísimos bajos y falsettos; el placer de escuchar el perfecto y vibrante susurro de una voz que confiesa ser sólo un hombre más necesitado de amor, como cualquier otro personaje de esta eterna comedia humana. Tan gloriosos sueños que me esperan al otro lado del aquí y el ahora.
"How Soon Is Now", The Smiths, Hatful Of Hollow
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