March of the Zapotec & The Realpeople Holland fue su álbum anterior, y todo esto que he dicho se escucha desde que transcurre el primer segundo de la primera canción, la cual es sólo un intro, pero una vez entrando al álbum, con el segundo track “La llorona”, es entrar a territorio conocido. La banda viajó a México para la realización de March of the Zapotec, se instaló en México y se llenó de los sonidos y los ambientes tradicionales del país para su disco; el resultado, pura excelencia. La marcha del zapoteca es un álbum verdaderamente bellísimo y adictivo. Ya con The Rip Tide, Beirut regresa nuevamente a su sonido, ese tan particular que descubrimos con Gulag Orkestar. En el regresar un poco a sus raíces, lograron crear magia nuevamente. Esta es una banda que no se ha perdido en el camino, no se ha vendido, ni se ha dejado corromper por la industria, algo verdaderamente bueno para la gente sencilla como uno que no gusta del mainstream musical de la actualidad.
The Rip Tide es un álbum corto, apenas 9 canciones, sobrepasando ligeramente la media hora, pero ya ven eso que dicen, a veces las mejores cosas vienen en porciones pequeñas, pues he aquí la verdad de ello. Es un álbum que crece conforme transcurren las canciones y se mantiene sólido; no tiene, a mi parecer, puntos bajos, o momentos en los cuales se cae, como en una historia. Logra mantener el interés en todo momento; se aferra a él y a uno con las uñas clavadas en el oído. Es alegre y optimista, como en “Santa Fe”; en momentos es melancólico y poético, como una confesión declarada bajo el aliento, en el caso de “Goshen” o “The Peacock”. Un polifacético abanico de ambientes y emociones, en el cual uno inevitablemente se pierde; en menos de lo que uno se imagina, “Port of Call”, el último corte del disco, termina despidiéndonos del sonido beirutiano. Definitivamente un álbum para el verano, para escucharse de día o de noche y dejarse hipnotizar por él.
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