Maldición, ya estamos justo a la mitad del mes y yo nada que me aparezco por aquí. Me doy pena, me doy vergüenza. Le hecho la culpa a dos cosas: primera, eso de no tener internet ya me está rete-hartando. Por como la quieran ver, mi casa es una isla incomunicada con el mundo exterior, sólo vivimos Domingo y yo, Robinson. Segunda, este semestre tanto en mi escuela como... en mi escuela, porque no tengo trabajo de momento, vaya que se han cargado la mano con las lecturas, así que el tener mi nariz metida en El grado cero de la escritura de Barthes o El águila y la serpiente de Martín Luis Guzmán, me han mantenido alejada de mi querido diario ciberbloguero, su casa.
Eso sí, he estado escuchando una cantidad de discos MUY buenos, así como me he aventado un par de películas exquisitas y unas lecturas que ni les cuento. Voy anotando listas de temas en un cuaderno para que no se me olvide nada y regrese aquí, con todos ustedes a chismearles un rato sobre todo ello. Por lo pronto, les dejo mis recomendaciones de música, mismas que he estado escuchando hasta el cansancio:
(entre otros)