Les comparto un pequeño "algo" para todos aquellos amantes de un buen cigarrillo. Para aquellos que buscan un excusa durante cualquier momento del día para encenderlo, y para quienes no necesitan de excusa alguna. Para todos aquellos que se inspiran con la dulce exhalación del grisáceo humo o para quienes su única y sola inspiración es el simple acto de comunicar su ardor. Para quienes la lectura de un buen libro no es nada sin la siempre comprensiva y silenciosa aspiración del tabaco encendido y para quienes simplemente se lo fuman frente al televisor.
Dicho por Molière de otra manera:
Por más que digan Aristóteles y toda la filosofía, no hay cosa como el tabaco. Es la pasión de la gente principal, y no merece vivir quien vive sin él. No sólo alegra y purga el cerebro, sino que instruye el alma en la virtud, y gracias al tabaco puede cualquier hombre llegar a ser discreto [...] hasta tal punto es cierto que el tabaco despierta en quien lo toma el sentido de lo honorable y lo virtuoso.
Felices momentos les deseo a todos, mientras osan gozar de la delicia de un buen cigarrillo en momentos de éxtasis mental. Por lo pronto, a su salud iré a disfrutar de uno.
3 comentarios:
Moliére sí que era un hombre, y no los que andan en cantinas.
Molière y yo no nos concíamos, hasta hace poco. Me ha gustado muchísimo. Sacaré sus obras completas para leérmelas durante las vacaciones.
Uno de los mejores banquetes literarios que uno puede darse es el de las Obras Completas de Moliere, pues junta como pocos el humor con la sabiduría.
¡Gran elección!
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