Ayer, después de meses de gloriosas noches de sueño ininterrumpidas, flotando entre nubes de algodón y estrambóticas escenas a blanco y negro de paisajes dalineanos, aquella enfermedad que me aquejaba con constante impertinencia volvió a tomar posesión de mis esquizofrénicas neuronas para ahuyentar a mis encantadoras ovejas nocturnas bien guardadas bajo mi almohada, así que no tuve de otra mas que permanecer con ojos pelones, pelonsísimos, rojos y llorones viendo Sleepless In Seattle (o Sintonía de amor) con Meg Ryan y Tom Hanks doblada al español, pues era lo único que a esa hora de la madrugada había en la televisión. Eso o los infomerciales que pretendían venderme una pomada quema lonjas mientras uno sigue en estado vegetativo frente al televisor. En fin, c'est le moindre de deux maux.
Supongo que eso del <<Sleepless>> llegó como mera casualidad...
2 comentarios:
hola pase por aqui no me tengan miedo, esta chido el blog.
¡Hola Rubén! Qué gusto verte por aquí, ojalá tus visitas sean seguidas. ¡Saludos!
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