Qué horrible es cuando hay tantas cosas qué contar y compartir, pero cuando uno emprende la maravillosa tarea de poner palabras a las ideas y escribir, todo se va al caño; ya saben, que de repente la mente se pone en blanco -o negro, o rojo, o negro con rojo-, y luchamos con todo y contra todo para poder llegar a ese maravilloso punto de concentración/inspiración, pero ya cuando estamos ahí todo ha cambiado y lo que alguna vez fue una buena idea o buen tema de conversación bloguera se ha esfumado para ser reemplazado por las estupideces más sonsas y pendejas que pueda haber... el famoso daydream, en donde perseguimos conejos blancos por un hoyo desconocido y secreto. Sí, es horrible y es la causa por la cual hubo sequía este mes aquí, en este mi santuario cibernético.
Y no hay razón o justificación para esta foto, simplemente me gusta, me hace reír. Y no sé de quién sea, si alguien sabe, me lo dice.
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